IV Torneo de Navidad "La Lanza"

Como en años anteriores, se celebró en las instalaciones del Club San Luis, el ya tradicional partido de futbol navideño entre los hermanos lanceros. Los componentes se dividieron, como de costumbre, en dos conferencias según su residencia en nuestro pueblo (“De la Veracruz pabajo” el equipo del Barrio Bajo y desde esta hacia arriba el equipo de barrio alto).

Comenzó el encuentro de manera fulgurante con los pupilos de Emilio Mouriño muy bien armados atrás y aprovechando la contra, y fue en una de estas donde Antonio Baggio Estepa inauguró el marcador con un zapatazo desde la frontal ante el que nada pudo hacer Rene Herrería. El equipo de Salas lo intentaba de todas las maneras, pero quizás su planteamiento de juego atractivo y de toque no fue lo suficientemente efectivo para contrarrestar la jaula que había preparado los de allí abajo. Tan solo Manuel Velasco Carlos fue capaz de romper la meta rival con sus típicos cañonazos a los que quizás pudo hacer algo más el cancerbero rival Antonio Van der Gar. Tras los primeros  40 minutos llegamos al descanso con el resultado de 4 a 2 favorable al barrio bajo, que daba esperanzas al equipo del barrio alto de poder dar la vuelta al marcador.

Pero poco duro la esperanza del equipo dirigido por el tándem Salas-Solano cuando al empezar la segunda parte llegaría quien iba a ser la bestia negra de los de arriba y una pesadilla para su guardameta, Paquito el fideo di Baena,  que para más desgracia del equipo rival se juntó con su amigo de toda la vida Bolo Morientes y como si de Oliver Aton y Tom Baker se trataran, sumaron para su equipo 7 goles entre ambos, para la desesperación del banquillo rival que ahogaba sus penas en cerveza, gesto que contrastaba la dejadez y poco compromiso de ese cuerpo técnico. A pesar de todo el Barrio Alto nunca tiro la toalla y si no llega a ser por la gran segunda parte del portero de origen holandés del Barrio Bajo, que amargo la tarde al más consagrado delantero de los de arriba, Juan Carlos Manjarin, al cual, saco al menos tres manos a manos que pudieron ser definitivos en la remontada de estos. Y de esta manera se llegó al pitido final con un 10 a 6 favorable al Barrio Bajo.

No cabe destacar ningún incidente de importancia, tan solo alguna intimidación a principio de partido que no llego a más. Por ello, los dos equipos se fundieron en abrazos y felicitaciones navideñas y se dirigieron a celebrar el tradicional tercer tiempo, y hasta ahí puedo contar…